El PVC tiene una muy baja conductividad térmica y, de hecho, es considerado un material aislante. Como tal no requiere de componentes añadidos para garantizar una alta capacidad aislante. Los perfiles de PVC, eso sí, suelen estar compuestos por varias cámaras de aire que, unidas a la capacidad aislante del propio material, dan lugar a una carpintería que separa a la perfección el ambiente interior del exterior.
Se trata por tanto de un material con muchas ventajas en la construcción: es duradero, flexible, reciclable